En el proceso del camino hacia la transformación a marca digital, nos inspiramos de otras empresas y marcas innovadoras. La realidad es que tenemos la ventaja de ser dos socios pluriculturales, y nos encanta ir buscando inspiración de otras empresa y emprendedores en distintas partes del mundo, y en distintos idiomas.
En la llamada con nuestro equipo de redes sociales previa al Black Friday, hicimos una lluvia de ideas sobre el o los temas de comunicación para las siguientes semanas. Justamente días antes mi socio me hizo llegar un artículo sobre el pronunciamiento de una de las marcas que más nos ha inspirado: es una marca cuya traducción del nombre en español es literalmente “El Calzón Francés” (Le Slip Français). En este comunicado el Slip Français comenta que no participará en el Black Friday. Se le conoce como Black Friday o Viernes Negro al día que inaugura la temporada de compras navideñas el cual se caracteriza por ofertar rebajas importantes. Este año 2020, fue justamente el viernes pasado 27 de noviembre. Posterior al #BlackFriday, viene el Cyber Monday o Lunes Cibernético debido a que los descuentos suelen prolongar.
Cuando discutíamos si participábamos o no, sabíamos que por más que quisiéramos, no podríamos, o al menos no como las grandes marcas lo hacen. Preferimos pensar en la bicicleta como un producto que no se compra de manera impulsiva y que por el contrario, representa una compra que se planea con antelación. En nuestro caso tratamos de conservar un margen de utilidad modesto en las bicicletas que vendemos y además, trabajamos con lo que hemos comenzado a llamar producción lenta, o slow production. Conocemos el término en inglés fast fashion o moda rápida y he querido usar un término que describa la acción de producir con el tiempo que merece, sin prisas, con un proceso eficiente y sobre todo, de manera semi artesanal.
Cuando una pequeña o mediana empresa produce como nosotros lo hacemos, no necesariamente guarda cantidades importantes de inventario sino que vamos produciendo conforme vamos vendiendo; es decir que no contamos con inventarios de los que tengamos que deshacernos. Por otro lado, son bien sabidos los efectos de las compras compulsivas en la economía de las familias que se endeudan pensando que “necesitan” algún producto, cuando en realidad es un efecto de la mercadotecnia el que nos hace creer que lo necesitamos. Por otro lado, no podemos dejar de lado el daño medio ambiental que hace la producción masiva de productos que en realidad no necesitamos.
Estas reflexiones son sin duda el preámbulo de la época navideña en donde quisiéramos invitar a meditar sobre los efectos de nuestras compras, por lo que quisiéramos invitarte a seguir lo siguientes consejos para tener una navidad con mayor impacto:
- ¡Haz una conciencia real!
Comprar algo siempre tiene consecuencias. Los recursos y energía que se usaron para fabricarlo, el combustible que lo transportó y sus empaques, así como las condiciones de trabajo de las personas que participan en toda esta cadena, es real. Lo primero y más importante es que realmente tomes conciencia de ello.
2. Analiza cada regalo
Revisa si la persona a quien lo regalarás, realmente lo necesita y lo va a utilizar y disfrutar.
3. Compra local y no esperes un descuento descomunal.
Compra de mercados locales o cuando menos productos hechos en México. No esperes descuentos descomunales; los descuentos son muchas veces la manera en la que las marcas grandes se deshacen de inventario. Las empresas pequeñas no necesariamente cuentan con márgenes de utilidad que les permita ofrecer descuentos muy grandes.
4. Reduce empaques
Compra productos con la menos cantidad de empaques posibles, o busca que los empaques sean amigables con el medio ambiente, o que puedas darles un segundo uso. ¡Evita a toda costa el plástico!
5. Interésate en la empresa / marca a quien le compras
Interésate por qué tan responsable es la producción de la empresa que te vende un producto. Revisa las prácticas sociales (con sus empleados y otros stakeholders) así como medio ambientales. Busca asociaciones que tengan venta de productos con causa, y/o empresas que cuenten con alguna certificación como la de Empresa B, ISO 26000, la NOM de Responsabilidad Social Empresarial Mexicana o la certificación de Empresa Socialmente Responsable por parte de CEMEFI.
6. Planea y medita tu compra
¡No compres compulsivamente! revisa no sólo tus finanzas y si podrás hacer frente a tu compromiso de compra (inclusive en caso de comprar a crédito), en casos de contingencia como podría ser el de alguna enfermedad (¡y más ahora en tiempos de pandemia!)
7. Aplica los principios de la economía circular
Revisa si realmente necesitas lo que estás adquiriendo y si has decidido que sí, entonces recuerda: reducir, reutilizar, reparar, reciclar. Hazte las siguientes preguntas: ¿puedo suplir mi necesidad con un producto alternativo al que pienso que necesito? ¿puedo reutilizar algo con lo que ya cuento y que puede sustituir la necesidad con la que cuento? ¿puedo comprar algo de segundo uso? ¿puedo reparar algo de segundo uso?