En Alterbike, nuestra proposición de valor siempre ha sido la de ofrecer una bicicleta con impacto positivo. Para nosotros una bicicleta con impacto es aquella que forma parte del desarrollo sostenible en donde se le da importancia a los ámbitos económicos, sociales y medio ambientales. En este artículo, vamos a hablar de ecología y del impacto ecológico de nuestras actividades de producción. 

Desde el comienzo de la aventura, en Alterbike, tenemos un enfoque que nunca ha cambiado en nuestra estrategia, es el de la ecología. ¡No podemos olvidar que en 2009 nuestro primer modelo era una bicicleta eléctrica! 

Pero en este artículo, vamos a tratar de abordar la ecología desde un enfoque muy honesto. 

Las y los consumidores, y las conciencias responsables, recientemente empezaron a observar las prácticas de producción con una óptica más profunda. En el futuro sabemos que los consumidores serán cada vez más sensibles y mirarán las operaciones de las empresas más detalladamente, lo cual es y seguirá siendo un factor decisivo para  el proceso de compra. Nuestro rol como una empresa verde es tomar en cuenta estas preocupaciones y procurar incorporarlas en nuestros procesos. Además, queremos compartir con nuestra comunidad estas reflexiones al interior de nuestro equipo, porque consideramos que la transparencia es un valor que deben adoptar las empresas responsables. 

Sabemos que cada acción que hacemos tiene un impacto sobre las emisiones de gases (principalmente CO2): ya sea el producir una bicicleta plegable, correr en el parque o simplemente caminar al trabajo; todas estas acciones tienen un impacto y por consecuencia, un costo para nuestro planeta.  

Por ejemplo, la fabricación de nuestras bicicletas necesita de la transformación de varias materias primas, para conseguir el cuadro o el manubrio. Además, debemos pintar estas partes, y cuando la bicicleta está lista, tenemos que transportarla.  También, tenemos proveedores, que tienen sus propias maneras de producir, que emiten sus propias emisiones de CO2.

Todas las personas debemos hacer esfuerzos para conseguir un planeta más verde; las empresas forman una parte importantísima de este esfuerzo. La idea es muy  sencilla: si las empresas cambian, los consumidores cambiarán también. 

Un estudio demostró que, en 2010, el 78% de las emisiones industriales de CO2 en el mundo vinieron de solamente 90 empresas o grandes grupos. Está muy claro: el cambio debe venir del lado de la producción, ¡y el resto seguirá! En Alterbike, pensamos que cada empresa, chiquita o grande, puede tener impacto a su propia escala. 

Para nosotros es, y ha sido, todo un reto el tratar de analizar nuestro impacto. Ya que como una empresa de producción, somos parte del problema, pero al ser una empresa verde nos hemos vuelto en una medida más importante, parte de la solución. Desde Alterbike, creemos que no podemos mejorar lo que no se mide. 

A largo plazo, nos gustaría conocer perfectamente el impacto de las 5 etapas de nuestros procesos: materiales, manufactura, transportación, utilización y fin de vida del producto. Reconocer el costo de cada etapa es crucial para saber en dónde tenemos que enfocar nuestras acciones; sin embargo, ahora, solamente podemos estimar el costo total.

Después de varias investigaciones, pudimos encontrar datos de la industria de las bicicletas. Estos datos van a ayudar mucho para estimar nuestro impacto.

El primer reporte que tenemos, nos dice que una bicicleta « commuter » de Países Bajos que pesa 19,9 kg cuesta más o menos 96 kg de gas (CO2). 

Una bicicleta «commuter» es una bicicleta usada en su mayoría para los viajes de la casa al trabajo siendo así una bicicleta usada principalmente en ciudades. Es nuestro segmento.

Nuestra bicicleta pesa 12.5kg, esto significa que nuestra bicicleta podría costar 60.3 kg de CO2

  • Cálculo: (12.5 x 96) / 19.9 = 60.3

Un estudio de Brompton nos enseña que una bicicleta Brompton que pesa máximo 13 kg, tiene un costo ambiental de 113 kg de CO2. 

Nuestra bicicleta pesa 12.5kg, esto significa que nuestra bicicleta podría costar 108.6 kg.

  • Cálculo: (12.5 x 113) / 13 = 108.6

Pero, una bicicleta Brompton tiene más de 1200 diferentes partes, cuando nosotros tenemos más o menos 45 partes de 9 proveedores diferentes. Es difícil hacer una comparación con Brompton porque sus bicicletas son más técnicas; pero podríamos decir  que la diferencia entre las dos bicicletas es de 15 kilos de emisiones, porque la mayoría de las partes que una bicicleta Brompton tiene y que nosotros no, son pequeñas partes y/o accesorios. Por tanto, podemos asumir que la diferencia no es tan importante y que esta tendría un costo ambiental de 93.6 kg de CO2.

  • Cálculo: 108.6 – 15 = 93.6

Otro estudio dice que una bicicleta normal cuesta 240 kg de CO2, por un peso de 15 kg. Este estudio está bastante completo y bien logrado ya que estudia emisiones de manera muy profunda. Por ejemplo, este estudio reporta y calcula las emisiones provocadas por las renovaciones de las rutas y calles, o de las emisiones derivadas del mantenimiento de las bicis. No solo cuenta las emisiones de las materias primas, de la manufactura y de la transportación, va más lejos en el análisis. Pero, si seguimos este estudio y partiendo desde el hecho de que nuestra bicicleta pesa 12.5kg, significa que nuestra bicicleta podría costar 192 kg de CO2

  • Cálculo: (12.5 x 240) / 15 = 192

Si hacemos un promedio de los resultados de estos 3 estudios, tenemos un costo de 115.3 kg de CO2. 

  • Cálculo: (60.3 + 93.6 + 192) / 3 = 115.3

Así que, si usamos estos datos como base, cada bicicleta que producimos emite 115.3 kg de CO2.

Este número es equivalente a un consumo de 13 galones de gasolina; 2,9 kg de cordero o  4.2 kg de res, 467 kilómetros hechos con un coche medio o de 14,025 celulares cargados completamente. Es mucho. Pero es nuestro punto de partida. 

Comparados con otros medios de transporte, una bicicleta será siempre mejor, la manufactura de un coche de talla media, cuesta unas 17 toneladas de CO2.

Por otro lado, hay una realidad en nuestro mercado: tenemos que conseguir proveedores para nuestras materias primas. Ellos tienen prácticas diferentes a las de nosotros, y podríamos impactar de manera muy limitada sus comportamientos.  Sería virtualmente imposible conocer sus maneras de reciclaje, ni el origen de sus materias primas. Pero, lo que podemos hacer es preguntar, investigar e intentar mejorar. 

Tenemos la intención de reducir nuestro impacto. Esperamos de esta forma impulsar a que otras empresas mexicanas, de bicicleta o no, comiencen a medir sus impactos. ¡Creemos que juntos podemos cambiar, y que juntos encontraremos la solución!   

Por eso, en Alterbike, estamos tratando de tener más control de nuestra cadena de producción y de nuestra red de transporte.

Para bajar nuestras emisiones de gases, hay diferentes maneras. Tenemos formas que nos tomarían un tiempo considerable como pueden ser: cambiar de proveedores, invertir en un sistema de reciclaje eficiente, modificar las etapas de producción… Sin embargo,  hay otras maneras, más simples y sencillas, que podemos aplicar ahora: trabajar y desarrollar proveedores locales, conversar con nuestros colaboradores acerca de nuestros métodos de producción, comprar partes de calidad para asegurar una duración de vida de la bicicleta más larga.

Por ejemplo, todas las entregas que se realizan en la Ciudad de México las hacemos en bicicleta (con la empresa www.tigcdmx.com)..  Por otro lado, bajamos el uso de plástico utilizado para proteger las bicicletas durante el transporte hacia el cliente final, sustituyéndolo por papel. La caja de entrega es suficiente para protegerla. Una de las partes en donde tenemos poco control, es el transporte fuera de la CDMX. De hecho, hacemos todo lo que podemos para minimizar el costo ecológico de esta parte. Entonces, tenemos un acuerdo con Segmail (www.segmail.co), una empresa envios, quién neutraliza el impacto de cada entrega realizando proyectos de forestación en México. De hecho, su impacto es neutral. ¡Compensan todo que contaminan! Es este tipo de iniciativas las que queremos promocionar.

Eso solamente es un inicio, y a largo plazo vamos a implementar más medidas para controlar nuestro impacto. Por ejemplo, podríamos aplicar un máximo de Kg de CO2 para cada etapa de producción, y nos gustaría comprometernos a respetar y reducir anualmente este número, para cada bicicleta. Además, podríamos también hacer una auditoría de nuestros potenciales proveedores, para ver por ejemplo qué hacen para bajar sus emisiones, o si se atienden algunas acciones sociales. Esto permitiría saber con quién negociamos, antes de firmar un contrato. Otra cosa que podríamos hacer es de encontrar una empresa que necesite nuestro scrap o residuos de materia prima para usarlas para su producción/actividades. Eso ya lo hicimos: hemos donado partes usadas a asociaciones civiles locales, para armar bicicletas para personas ciegas  o débiles visuales (Paseo a Ciegas AC), así como  a Bicitekas para armar bicicletas para doctores cuando comenzó la pandemia  del COVID-19.

Todos son ideas para futuros proyectos, y todas tienen el objetivo de mejorar nuestra cadena de producción desde el punto de vista ecológico o medio ambiental. 

De todas formas, queremos ser parte de un movimiento responsable, donde las empresas podrían ayudar a encontrar maneras de reducir sus impactos. Como lo vimos en este artículo, estamos haciendo colaboraciones con empresas responsables para que podamos tener un impacto más fuerte y más verde. Todos somos habitantes de este planeta, ¡y juntos vamos a salvarlo! 

Por el momento, ese es el primer paso de una ruta larga, ¡pero tenemos que empezar en algún lado!

Si tienes alguna idea de cómo reducir nuestro impacto medioambiental, por favor, ¡escríbenos!, nos encantaría escuchar tus propuestas e ideas.

Autor : Pierre Collin 

*Favor de notar que todos los cálculos están hechos con promedios de la industria y que son estimaciones calculadas con investigaciones y datos encontradas en Internet.

Fuentes

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